La joven cantaora onubense Rocío Márquez Limón, de sólo 22 años de edad, consiguió la madrugada del pasado domingo la preciada Lámpara Minera de La Unión, además de otros cuatro primeros premios. En total, se ha llevado algo más de 30.000 euros en premios.
Hizo las pruebas de preselección en Valladolid pero muy pocos pensaron que podía dar la campanada. La ha dado, de eso no hay duda, porque, además de la Lámpara Minera, se ha traído para su tierra el primero de mineras, el primero de tarantas, el primero de restos de cantes mineros y el primero de cantes abandolaos.
No se conocía un caso así desde que en 1993 Miguel Poveda arrasó en el certamen, convirtiéndose ese día en la nueva figura del cante. Con Rocío Márquez ocurrirá algo parecido, aunque la joven onubense es ya una cantaora algo conocida en su tierra y fuera de ella.Estamos ante una muchacha con una voz prodigiosa, que recuerda a artistas de otros tiempos, cuando el cante andaluz era dulce como la miel. Funde en su garganta a la Niña de los Peines y Marchena, y canta con unos conocimientos impropios de una cantaora de su edad. Así lo demostró cuando hizo los fandangos abandolaos de Juan Breva y Frasquito Yerbabuena, las mineras y tarantas clásicas de La Unión, así como el fandango minero y la levantica. Lo cantó todo perfectamente afinada, con la voz bien colacada, un control sorprendente del volumen y un sentido musical excelente. Pero, sobre todo, Rocío Márquez ha dado la campanada porque ha acudido al Festival de las Minas con la preparación indicada para ganar todos los premios que ha ganado con justicia.
Tuvo que competir en la final, en la minera, el cante más importante del concurso, con dos buenos cantaores cordobeses, Churumbaque hijo y Juan Antonio Camino, que al final sólo pudieron llevarse, el primero, el segundo premio de mineras y la seguiriya; y el segundo, la soleá y la cartagenera.Sergio Gómez Delgado, El Coloraíto, de Granada, ganó el primero del tercer grupo, con una farruca personalísima, y estuvo a punto de ganar también el de la soleá. Por último, el de malagueñas la conquistó el joven cantaor onubense Jesús Corbacho Vázquez (21 años), por su buena interpretación de la malagueña grande de Chacón y otra malagueña de La Trini.El Desplante, o sea, el premio de baile, con una dotación económica de 10.000 euros, lo ganó el madrileño Alfonso Losa López, quedando el segundo para Concha Jareño Praderas.El Bordón Minero, el premio de guitarra de concierto, se quedó desierto, consiguiendo el segundo el barcelonés José Andrés Cortés Fernández.También quedó desierto el premio al cantaor más joven, por la escasa calidad de los que se presentaron, exceptuando a Rocío Márquez y Jesús Corbacho, que no podían optar a este premio por haber recibido otros.
El público aceptó la decisión del jurado y aplaudió con fuerza, sobre todo, cada uno de los premios que ganó Rocío Márquez. Fue la estrella de la noche, y ella quiso agradecerlo cantando fandangos de su tierra con una gracia infinita.
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